agosto 31, 2009

De patrones y piedras



Mientras veía en el escenario a un hombre en extremo atractivo cantando blues disfrazado de payaso, me di cuenta de que mis ojos (y fantasías) empezaron a perderse ante la presencia de un fotógrafo con pantalón cargo, sudadera y pelo chino. Me olvidé por completo del hombre con quijada perfecta, manos enormes, espalda cuadrada y voz varonil, para seguir a ese "insignificante" fotógrafo.

¡Qué fuerte! ¡inconsciente y casi obsesivamente repitiendo patrones!

Así es, yo sin duda alguna sigo un patrón cuando se trata de enamorame. Siempre me he sentido atraída por la gente creativa, entre mis grandes amores hay un músico y un diseñador, y entre los amores menores un pintor/arquitecto y uno que medio escribía. Todos comparten un cierto estilo al vestir, ningun hombre "formal" llama mi atención, a mi me gustan los pandrosos, jeans, sudadera y tenis, eso sí, que les guste la moda y vistan con onda. Otra característica que repito y repito son los tipos mamones ¡ah, pero qué necedad! Y en cuestiones físicas, también gravito hacia un mismo lado, altos, morenos y con rulos, aunque se me han colado un chaparrillo y unos güerillos, pero el cabello chino casi es una constante.

Y puedo estar segura que no soy la única que sigue esos patrones tan obvios. Entre mis amigos se pueden ver algunos muy claros; el Mongol repite el patrón con chicas artistas, definitivamente creativas, rubias, delgadas y de preferencia extranjeras. La Monga cae con los cerebritos, tiene debilidad por la ciencia, se enamora de hombres inteligentes y muy clavados, casi de otro planeta, además le gustan los güeros/monocromáticos, y, extrañamente, de ascendencia argentina. La Gorda, pierde la razón frente a hombres con poder, que usen ropa formal, que tengan trabajos formales y que usen zapatos, que sean flacos, blancos. Mirroca repite el patrón con chicas chaparritas, flaquitas, de preferncia más jóvenes que tiendan a las humanidades, no puedo ni imaginarlo con una economista :D

Me divierte ver cómo todos caminamos siempre por caminos muy marcados en cuanto a las personas de las que nos enamoramos, aunque ellos sean los que se sienten atraidos por nosotros en primer lugar. ¿Será que a los hombres creativos, pandrosos, altos, de rulos les gustan las chaparritas simpáticas como yo?

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