septiembre 24, 2007

la vida de una anciana de 30



mi cena de todos los días: 100 mg de Ciclosporina (un inmunosupresor para evitar que mi cuerpo se autodañe), 25 mg. de Renitec (para la presión), 100 mg. de Crestol (para el colesterol), vitamina E, B, B12, A y 2 cápsulas de Omega 3, todo acompañado de un vaso de jugo de arándano.

septiembre 17, 2007

primavera en otoño

Extrañamente llegó la primavera a mii cuarto, ese lugar donde todo pasa, donde trato de comerme el tiempo envuelta en recuerdos, donde sueño y lloro. En donde ultimamente he llorado tanto que, entre tanta tristeza, han crecido flores.

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y, como siempre, tengo un poco de esperanza por que creo firmemente que en la vida, como en las paredes de mi cuarto, pasará lo mismo.

septiembre 06, 2007

de esperas

Cuando tenemos novio:

Esperamos para ver una película, porque nada como verla agarrada de su brazo compartiendo palomitas.
Esperamos para ver una serie, porque él la quiere ver en la cama. Esperamos para cenar, porque seguro va a llegar con hambre.
Esperamos el fin de semana, para pasar cada segundo del día a su lado.
Esperamos para dormir, porque aunque te mueras de sueño le quieres contar de tu día.
Esperamos para cambiarnos de casa, porque en cualquier momento él puede pedirte que te mudes con él.
Esperamos para soñar, porque tienes tantos sueños compartidos que no tienes espacio para los propios.
Esperamos para planear el futuro, porque sólo existe el futuro en pareja, los hijos, la barda blanca, el labrador y las mañanas de café.

En fin, esperamos para vivir, vivimos esperando, y esperamos tanto que no vivimos.

Y cuando no tenemos novio:

¡Esperamos que llegue pronto!

septiembre 03, 2007

pensamientos de cama y hormona

Este fin de semana, mientras estaba tirada en mi cama viendo el techo, extrañando, me puse a pensar en lo mal que administramos nuestra vida. En esa obsesión de hacer una maravillosa vida en pareja y en lo mucho que nos hemos obligado a creer que la necesitamos. En el tiempo y esfuerzo que invertimos en ello, aislándonos del mundo, renunciando a uno mismo para convertirse en este otro ser que es tan solo la mitad de un ser completo, en una media naranja que se olvida de ser libre. La libertad entendida como una vida completa sin codependencias.

Así, los amigos se van quedando a un lado, esperando, porque uno cree que las amistades son para siempre que una vez que nacieron y se fortalecieron nada las romperá, que pueden quedarse afuera esperando que uno forme este nuevo ser que requiere de toda la energía, de todos los pensamientos, de todo el esfuerzo. Pero no es tan fácil, los amigos tienen que cuidarse, cultivarse, apoyarse, los amigos no son mitades, son seres completos que necesitan personas completas, libres, esas con las que hicieron el compromiso de estar "hasta que la muerte los separe". Y cuando estamos en pareja no sabemos estar, no sabemos ser amigos, estamos demasiado interesados en la media naranja y en la vida como pareja, en el cuento de hadas. Nos alejamos, arriesgeandonos a que esos amigos se cansen de esperar a que la pareja nos deje un respiro para que recordemos y estemos ahí.

Por todo esto no dejo de pensar: ¿no será que estamos apostándole al peor caballo? Cuando es sabido que en promedio 50% de las relaciones terminan en separación y que la vida en pareja rara vez cumple el juramento de separarse hasta la muerte. ¿no le dedicamos demasiado tiempo a esa promesa en vez de cuidar a los amigos? Los amigos estan ahi sin importar qué, los amigos son la verdadera familia, un amigo sí cumple la promesa de estar ahí hasta la muerte.

Una verdadera amistad debe ser para siempre, pero para que esto suceda debemos cuidarlos, igual o más que a una pareja, porque cuando esa pareja se vaya y tengamos el corazón roto, al final de todo la única persona que va a estar ahi es ese amigo, ese amigo al que hemos descuidado y dejado a un lado a la espera.