abril 25, 2008

flotando

Hoy me preguntaron "¿Cuando volviste no te sentiste como un fantasma?". Nunca nadie, ni yo misma, había entendido tan bien este sentimiento, en esa pregunta estaba la explicación exacta de lo que he vivido este último año. Esa conversación me da, hoy, casi 15 meses después, el entendimiento. Soy un fantasma, al cual no se le pudo tocar, no se le pudo hablar, no se le pudo recuperar. La gente me miró, pero no supo cómo pensarme, cómo sentirme, por eso todo cambió, por eso tuve que desprenderme de mi antiguo cuerpo, por eso tengo que encontrar un ser nuevo, un mundo nuevo, porque el anterior simplemente nunca volverá a existir. Luché mucho por recuperarlo y me cansé, hasta que un momento dejé de luchar y lo vi morir, lo despedí y ahora estoy cubierta de nieve, hibernando, esperando el renacimiento. Que vendrá, siempre viene, y el pasado se queda, siempre se queda atrás.

la memoria del cuerpo

Es extraño cómo el cuerpo puede guardar tanto y sentir de nuevo todo aquello que vivió alguna vez. Lo único que se necesita es un pequeño detonador, un olor, un sabor, un dolor, para trasladarse a ese momento en el timepo, grabado en el inconciente del cuerpo.

El sabor de una galleta con matequilla que te lleva al patio de la escuela de Seño Cora, el calorcito que te lleva a esa playa en Michoacán donde veías a los surfers caminar por la playa, un dolor de estómago que te lleva a tu infancia, en el baño de la tía Lolis, una fiebre que te lleva a esa cama sola, en ese pais oscuro y triste, a esa terrible soledad acompañada. Ese dolor en la boca del estómago después de una toma de Amoxicilina cuando decidiste abandonar tus sueños y empezar de nuevo, caminando en el frío con lágrimas en los ojos.

El cuerpo guarda toda tu historia y, de vez en cuando, te obliga a revivirla, por sorpresa, sin avisar.

abril 04, 2008

wow

Hoy en unos minutos de ocio de viernes por la tarde me releeo y me sorprende lo dramática que puedo ser.