febrero 25, 2010

NINK

A veces me gustaría tanto se una DINK* y vivir en Insurgentes y Durango, pero tan sólo soy una NINK* :(

*DINK: Double Income No Kids
**NINK: No Income no Kids


Lo peor del asunto es que si algún día logro arrejuntarme con un chico guapo y existoso, seremos unos OINK (One Income No Kids)

febrero 22, 2010

Observación #38

Hay muchas mujeres casadas, yo no soy una de esas, pero puedo decir con orgullo que ningún hombre ha dicho "Me quedo con ella porque qué flojera empezar una relación de cero".

Más vale sola, pero con dignidad.

febrero 16, 2010

TV Wisdom #43

"[He] was... He took something from me. He took little pieces of me, little pieces over time, so small I didn't even notice, you know? He wanted me to be something I wasn't, and I made myself into what he wanted. [...] And even then, I would've married him. I would have. I lost myself for a long time. And now that I'm finally me again, I can't."

febrero 01, 2010

Cómo quedar atrapado en un mall

1. Salga de su casa sin efectivo.

2. Vaya al mall en día feriado.

3. Cuando llegue al estacionamiento, después de estar atrapado por 20 minutos, olvídese del tiempo de tolerancia para huir y busque un lugar para estacionarse.

4. Haga sus diligencias, al fin ya estacionó el auto y hay que esperar a que baje el caos.

5. Al terminar, diríjase al ATM por dinero para pagar el estacionamiento. Si le declina su operación porque la tarjeta ha vencido, no pierda la calma y pase al paso 6.

6. Diríjase al Supermercado dentro del mall para retirar efectivo en las cajas.

7. Aproveche el momento y compre las viandas para la semana.

8. Al pagar, pida un retiro en efectivo de su tarjeta de crédito. Si no está permitido retirar dinero de una tarjeta de crédito pase al paso 9.

9. Llame a su amigo o familiar más cercano, geográficamente al mall, para que venga s su rescate. Si no se encuentra, pase al paso 10.

10. Llame al siguiente amigo o familiar más cercano, geográficamente al mall. Si no se encuentra, pase al paso 11.

11. Llame a su mami para que lo rescate de tan vergonzosa situación y proceda al paso 12. Si no encuentra a su mami, pase al paso 13.

12. Tome un café en la cafetería del mall y relájese, la ayuda está en camino.

13. Localice el departamento de blancos en la tienda departamental dentro del mall y busque un escondite.

14. Espere a que cierre la tienda y escoja una cama.

15. Descanse, cambie su nombre por "La pícara soñadora" y acostúmbrese a vivir dentro de un mall, al fin y al cabo, ahí lo tiene todo.

¡Traición! Hablaste mal de mí

Ahora resulta que nadie nunca habla mal de sus amigos y aquel que ose hacer pública una queja sobre un amigo es un traidor que merece la horca.

Si pudiéramos escuchar las conversaciones de café de nuestros amigos, al menos en la mitad de ellas alguno hablaría mal de nosotros. Que cómo lo sé, porque he participado en esas conversaciones, en el papel de escucha y en el de quejumbroso. Si contara todas las veces que alguien ha hablado mal de sus amigos conmigo, destruiría todas las amistades que conozco. El problema con los seres humanos es que tenemos un punto de vista personal sobre todo lo que sucede y nos encanta dar nuestra opinión, aunque nadie nos la pida. A veces esas opiniones son suerficiales, otras muy profundas, y en muchos casos decidimos reservárnoslas para no lastimar a nuestros amigos o porque no las consideramos importantes o, simplemente, para no ser mandados directamente a la chingada.

Ninguna persona es perfecta, siempre habrá detalles que nos molesten, características que nos saquen de nuestras casillas o situaciones que nos paren los pelos de punta, que si habla muy rápido, si tarda horas en contar una historia, si se burla de todo, si se queja de todo, si grita, si tiene un novio nefasto, si se viste feo, si es prepotente, mitómano, lo que sea. Yo estoy consciente de que hay mil cosas sobre mí que les molestan a mis amigos y que les dan mucho que criticar con sus otros amigos o con sus parejas o con quie se deje, y me corto una mano si no lo hacen. Yo lo hago, todos lo hacemos, todos necesitamos una válvula de escape para esas tonterías que nos molestan para mantener esas amistades que sobrepasan cualquier defecto o momento de enojo, esas amistades que no merecen desgastarse con dramas generados por ese tipo de estupideces, estupideces que nos regalan horas de café y chisme o cientos de tuits o líneas en un blog o pláticas de cama o el medio de escape que cada quie tenga o escoja.

Escribir, hablar o pensar mal de un amigo no es sinónimo de traición ni de falta de cariño... tal vez sea una falta de respeto, pero es algo que me parece tan cotidiano y necesario que no califica como una falta mayor en el "código" de la amistad, es más, me atrevería a decir que es una de las cosas que mantiene las amistades a flote por años, incluso hay amistades basadas en eso. Si nos dijéramos a la cara todo eso que pensamos unos de los otros estaríamos solos y amargados, y lastimaríamos a muchos. Yo puedo hablar mal de mis amigos sin dejar de quererlos hasta el tuétano, y les agradezco a mis amigos que se hayan tragado todos esos comentarios que pudieron haberme lastimado, aunque hayan despotricado de mi con alguien más.

Y el que nunca haya hablado mal de un amigo que tire la primera piedra.