noviembre 13, 2010

Batiseñal

Cuando un chico lindo te dibuja en la mano un pene eyaculando es una señal clara de que será una buena noche.

noviembre 01, 2010

Ex-novio-Bukowski

Nos conocimos a los 18 años, él pintor con brackets y overall, yo poetiza con cabello borgoña y zapatos con plataforma. Nos besábamos en las escaleras del edificio de un amigo cuando salíamos a fumar, ahí me pidió ser su novia por primera vez, por que fueron varias y yo siempre respondí que no. Yo quería ser una chica libre con varios "amantes", aunque fuera aún virgen.

Muchas veces nos besamos, nos metimos mano, pero nunca llegamos al sexo, yo no quería que supiera que era virgen y lo posponía para evitar la pena de tener que decirlo, además del problema adolescente de la falta de dinero y espacio propio. Esto aunado al hecho de que yo no quería perder mi flor en las escaleras de un edificio o en el patio de casa de nadie, como mínimo esperaba una cama, o estar terriblemente enamorada, y de él no lo estaba.

Varios meses estuvimos así, entre fajes de escalera, besos en fiestas y peticiones de noviazgo que yo siempre rechacé. Hasta el día en que salimos solos, en una cita. Pasó por mí en su combi azul sin asientos y fuimos al estudio en la casona de piedra helada. Ahí tuvimos nuestro primer encuentro sexual, sin penetración, habíamos olvidado comprar condones. Yo le regalé una foto de un autorretrato en blanco y negro y él me regaló sus poemas, impresos en hojas carta. Él se masturbaba con mi foto y yo me enamoraba con su poesía cínica.

Salimos un par de veces más y, un día, dejó de llamarme y yo a él; ese fue el fin de nuestro noviazgo. Meses después llegó a mi cumpleaños, con una playera de Los 4 Fantásticos, coqueteamos por horas hasta que decidimos escabullirnos y tener otra sesión de sexo sin penetración, otra vez no teníamos condones... Yo ya no era una virgen. Estuvimos recostados en el piso desnudos uno junto al otro por horas.

La siguiente vez que nos vimos fue en la inauguración de su primer exposición como pintor, yo le llevé una linda cajita con un moño y adentro un condón, él tenía novia y no dijo nada. No nos volvimos a ver.

Años después pasó frente a mí en un evento de arte, abotagado, deprimido, ebrio. Estaba envuelto en una relación violenta y muy enamorado. Lo dejé ir.

Al tener ya mi estudio de diseño llamó él al teléfono buscando a mi roommate, nos reencontrábamos después de casi 10 años, charlamos superficialmente y nos despedimos cordialmente. Él construyó una amistad con mi entonces roommate que nos permitió encontrarnos de vez en cuando en reuniones, siempre rodeados de gente. Yo tenía novio y estaba fielmente enamorada. Él también, tenía novia.

Hace 4 años dejé de estar fielmente enamorada, así fue que nos cruzamos en una fiesta y nos coqueteamos hasta cansarnos e irnos a mi cama juntos, él tan borracho que no pudo pasar nada, otra vez. Lo llevé a un sitio de taxis y eso fue todo.

Este Día de Brujas decidí reusar el vestido de novia que compré años atrás para asustar al novio en turno, él iba de norteño. Casi no hablamos en toda la noche, como siempre que va acompañado, mantenemos distancia para evitar problemas. Cuando su chica se despidió de mí y él decidió quedarse supe que estaba en problemas, mi cuerpo despertó como cada vez que estamos cerca. Entrada la mañana me quité el vestido y me quedé desnuda con sólo un abrigo blanco, él me besó la mano y así fue que en silencio decidimos que era un buen día para terminar con esa tensión sexual que construimos durante 15 años.

Él aún guarda mi foto, y yo sus poemas.