febrero 16, 2011

De notas y libretas

Yo soy la clase de chica que escribe palabras de amor en las últimas hojas de las libretas para que las lean años después cuando yo ya me haya ido.

febrero 14, 2011

Yo soy libre e independiente ¿Tú no?

Últimamente me retumba en la cabeza y me pesa la idea esa de que mi generación está programada para ser independiente y antisistema en todos los sentidos: Odio la familia, el matrimonio, el capitalismo, la moda, el pop en español, los niños, la Navidad, los regalos, mi cumpleaños... Y una lista interminable de situaciones sociales en las que no está bien visto participar sin el peligro de dejar de ser cool.

Aquel que se casa, lo hace porque lo obligaron, por darle gusto a la novia fresa o porque le pagan más de su beca, pero jamás por amor, eso es para los débiles. Si vas a una reunión familiar es porque hay comida gratis, no porque disfrutes rodearte de gente que te quiere y con quien te la pasa bien, apenas y lo sobrellevas por cumplir, pero no te puede gustar, eso es de ñoños. Si compras ropa de marca es porque es la única que te quedó bien o porque es lo que puedes pagar a meses sin intereses, si esta maldita economía te permitiera tener efectivo comprarías cualquier trapo de tianguis o algo hecho por manos artesanas, no es porque seas una víctima de la moda, eso es para cerdos capitalistas. ¿Y la Navidad? El horror, familia y capitalismo juntos, sólo asistes a la cena para evitar los panchos de una madre sobrepotectora y compras regalos por compromiso, si acaso los envuelves es porque se ven feos, no porque te guste la sensación de ver a alguien a quien quieres abrir un regalo, qué hueva. ¿Hijos? Pues si llegan espontáneamente los tengo, pero no es algo que esté esperando, si pasa bien, si no también. Y si hay que bautizarlos será para darle gusto a la mega anciana abuela que no puede morir sabiendo que sus bisnietos se irán al infierno, yo ni creo en esas ridiculeces. Yo soy feliz así y no necesito de nadie ni de nada, soy libre e independiente... Ah, y esa canción me la sé porque la pone mucho mi primita, yo ni de broma escucharía eso.

BULLSHIT!!!

Pura mierda, puros escudos que usamos para no perder nuestro autoimpuesto estátus de seres libres sin convencionalismos. Vivimos en una eterna lucha entre lo que queremos y lo que debemos hacer, nos ahogamos en pretextos para vivir, para casarnos, para tener hijos, para ir a la primera comunión de la sobrina y la boda del amigo, para cantar a todo pulmón una canción en el coche.

A mí ya me cansó tener que fingir y aparentar ser esas personas que rompen con los moldes impuestos por la sociedad. ¿A poco no sería menos pesado andar sin tener que esconderse?

¡Cásense! ¡Canten! ¡Tengan hijos y trabajos de 9 a 6! ¡Amen a sus familias muéganos! ¡Cómprense ropa nueva para ir a una boda! ¡O no! Lo que sea que los haga felices, y no se disculpen con nadie.

febrero 09, 2011

20 razones por las que la chela es mejor que un hombre

Un día de diciembre del 97 tres amigas en el Hijo del Cuervo escribimos esta lista, es una tontería de adolescentes, pero es un recuerdo que siempre me hace feliz:

1. No habla (No dice pendejadas).
2. No se calienta con una tocadita.
3. No tienes que babaría para que tenga buen sabor.
4. Siempre puedes pedir otra y otra y otra y otra...
5. No te reclama por haberte tomado otras chelas.
6. Está siempre garantizada.
7. La puedes compartir con tus amigas.
8. A tu 'jefa' no le importa si ya te tomaste tu primer chela.
9. No tienes que fingir que la disfrutas.
10. Te la puedes tomar en cualquier lugar.
11. Es retornable.
12. No es amiga de tu hermano.
13. No ronca ni escupe.
14. No necesita un psicólogo por estar siempre fría.
15. Su existencia se reduce a complacerte.
16. Su líquido no te embaraza.
17. No te avergüenza traería en la mano.
18. Siempre se te antoja.
19. Te la puedes tomar de una y mil formas.
20. La puedes dejar cuando quieras (Sólo vas al WC y le jalas).
Anexo1: No te chorea para que te la tomes.
Anexo2: No le tienes que dar de comer.

febrero 06, 2011

De cuando el "cuando sea grande "nos alcanza

De pronto me di cuenta de que he llegado al futuro, el mañana me ha alcanzado y ya no hay más allá.

No más "cuando sea grande", ya soy grande, todos esos sueños de adolescente se han esfumado, el tiempo para experimentar, conocer, crecer, se ha acabado. Esto es, no hay más.

Es duro mirar atrás y darse cuenta de que tienes grandes historias de amor con un triste final y que te tocó ser un recuerdo y vivir en el presente sola. Que esos grandes romances son tan sólo historias que te contarás una y otra vez para sobrellevar las tardes de lluvia mientras fumas un cigarro viendo la soledad cubrirlo todo, añorando esos abrazos, esos besos, esas noches largas, ese llanto, esos amores que fueron. Recordando cuando eras niña y estabas tan segura de que a los 25 estarías casada y con hijos o cuando eras adolescente y soñabas con vivir en el extranjero con tu pareja y ser libre. Contando todos esos sueños que se perdieron en la monotonía de la vida y que no se pueden recuperar.

Te das cuenta que has visto a la gente crecer, triunfar, amar, morir, fracasar, luchar, cambiar y tú sigues inmóvil, impávido, esperando no sé qué que nunca pasó.

Y mientras vives esos grises días llegas a aceptar que estás sólo esperando a que llegue el final porque estás demasiado aletargado para hacer algo, que no hay nada más que cosechar, que el otoño llegó y sólo queda esperar al invierno. Que tu oportunidad en el amor ya pasó, que no serás madre, que no serás esposa, que no envejecerás al lado de nadie, que la vida pasó y te perdiste en el camino, que te equivocaste. Y que muy probablemente ese gran amor con el que tantas veces soñaste ya no llegará.