agosto 08, 2009

De arrastres y rechazos

Hay quienes nacieron para arrastrarse, ¡yo no!. Yo soy todo lo contrario; yo quiero ser aceptada casi instantáneamente, sin pedirlo, menos suplicarlo. Basta un rechazo para que yo me abstraiga y quiera desaparecer. Me lastima el rechazo y si a esto se le añade mi naturaleza ardilla, el resultado es una bomba, que generalmente explota dentro de mi cabeza.

Cuando alguien me dice que no quiere, me es casi imposible tratar de convencerlo/a de que quiera, incluso me genera malestar físico, una especie de repulsión. Cuando una invitación no nace del corazón o al menos yo no la siento así y el asistir a un evento se vuelve un "ahí te aviso" lo único que quiero es no ir; pierdo la sonrisa, y fingirla me cuesta tanto trabajo.

La traducción de un "no" para mi es un "no te quiero". Un "no se" significa "no quiero ir/hacerlo/hablar/etc. contigo", un silencio significa "no se cómo decirte que no quiero ir/hacer/hablar/etc. contigo". Debe ser un profundo trauma de mi infancia que me marcó para siempre lo que hace que, en mi cabeza, las palabras tengan otro significado. No digo que esté bien, debería encontrar un equilibrio entre esta que soy y la arrastrada que podría ser, practicar las artes del arrastre para poder tener lo que quiero.

Igual si fuera mejor arrastrándome ya hubiera visto a mi prima y a mis sobrinos y hubiera desayunado con mi amiga en su cumpleaños :(

No hay comentarios.: