septiembre 17, 2008

el no-asalto

Este fin de semana me lancé con la monga al tianguis de San Felipe de Jesús, el tianguis más grande de Latinoamérica en casa del quinto infierno y donde te matan con totopo rancio.

La llegada no tuvo ningún percance y pese a la mezcla fatídica de olores y las cucarachas, el tianguis también estuvo tranquilo. El problema fue el regreso, tomamos un pesero hacia el metro... Ahí veníamos las dos muy tranquilitas, hasta que, mientras la monga hablaba por teléfono con cuchi-cuchi, se subieron dos tipos con muy mala facha. Uno se fue al fondo del pesero y el otro se quedó hasta adelante parado viéndonos feo a todos, en ese momento pensé "ya valió". Cuando escuché al del fondo decir "Tranquilos" ¡me cagué! me temblaron las rodillas, se me aguaron los ojos, se me salió el corazón. Entonces dijo "venimos por sus monedas, no queremos sus cosas personales, ni su cartera, ni su celular, sólo sus monedas. No venimos a darles empujones ni golpes, así que tranquilos". Bueno –pensé– al menos son rateros profesionales y no me van a quitar mis cositas, nunca me habían asaltado en un pesero y qué mejor forma que esta. Cuando se me acercó uno de los "asaltantes" saqué rápidamente mis $300 y se los di casi sin mirarlo, cuando –para mi sorpresa– me dice "¡Billetes no! ¡Sólo monedas!". Ay, chale –pensé– son rateros sólo de monedas ¡qué extraño!. Así que saqué temblando todas las monedas de mi cartera y se las di, tan sólo para que me las regresara de nuevo y viéndome directo a los ojos con expresión dulce me dijera "No, lo que tú me quieras dar". Oh sorpresa, ¡estaban pidiendo dinero, no asaltando!

Si seré fresa, prejuiciosa y mongola... ¡Todo el tiempo juré que me estaban robando! Me tembalron las rodillas, se me aguaron los ojos, se me salió el corazón, y todo por una simple pedida de monedas, de la forma más agresiva posible eso sí. En mi pueblo cuando sólo quieren que les REGALES monedas se visten de payasitos y lo piden POR FAVOR, o sea helloooooooooooooo!


Saqué el cobre, definitivamente apliqué el turistazo y me vi taaaaaaan mal. Eso sí, los dos gañanes se bajaron del pesero cagados de la risa. Al menos les hice el día.

No hay comentarios.: