agosto 14, 2007

melancholic hormone

un chevy, la luz en lo que fue nuestra ventana... y vuelvo a llorar, después de semanas sin extrañarlo, regresa a mi ese dolor. Es aceptar que aún lo quiero y lo extraño. Es la sensación de tener el corazón vacío, es como tener hambre, un dolor constante, un antojo insaciable que no desparece. Un dolorcito permanente que a veces se disimula con el ir y venir, con el ruido de la ciudad, con el día a día. Pero sigue, mi corazón sigue vacio y todavía recuerda, y todavía duele.

No hay comentarios.: