Estábamos las arres trabajando en nuestro estudio, cuando aparecía por el balcón (que daba a la banqueta) aparecía un homeless muy delgado, moreno con pelo chino y nos pedía dinero. A lo que respondíamos que no teníamos, él insistía y nos preguntaba si habíamos vendido muchos puños, que tal vez era hora de volverlos reales (¿Osea, golpearnos?). Nosotras seguíamos concentradas en nuestro trabajo y le repetíamos que no teníamos nada, que no le íbamos a dar, cuando el tipo se metía al estudio y sacaba de su llavero una navajita portátil, estilo escalpelo y decía "con esta navaja y mi tos seguro que me dan el dinero de los puños". La monga se pegaba a la pared y yo pensaba que seguro podría quitarle la navajita porque estaba muy flaco y muy pasado, así que me le iba encima y forcejeaba con él mientras me hacia pequeñas cortadas con el arma, hasta que lograba tirársela, tomarlo del pelo, cargarlo y aventarlo por el balcón.
La monga y yo nos asomábamos para checar al asaltante, mientras llamábamos a la policía. En eso el tipo comenzaba a recuperarse y ponerse en pie, tratábamos de alejarnos del balcón, pero él lograba hacer contacto visual conmigo mientras la mona gritaba al teléfono "¡Apúrense que está despertando!".
Ahí me desperté.
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