Le quedan muy pocas hojas ya al calendario, el año está por terminar, pasando las fiestas patrias llega la Navidad casi sin darse cuenta. El tiempo pasa, vuela ante mis ojos, pasa tan rápido que no lo veo, no lo siento, desaparece y no pasa nada.
Pasan los días, las semanas, los meses y mi vida sigue estática. Es como si estuviera congelada y sólo pudiera ver el movimiento desde una vitrina. Todo se mueve, todos se mueven, y yo sigo exactamente en el mismo lugar.
Hace mucho tiempo que dejo morir al tiempo. Lo dejo volar ante mis ojos y no se cómo agarrarlo, no puedo perseguirlo, simplemente lo veo morir segundo a segundo...
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