mayo 30, 2008

el síndrome del jamaicón

Todos lo hemos sentido alguna vez, ese extrañar nuestra casa, nuestra comida a los amigos, a la madre, mientras estamos lejos y lo único que queremos es volver a nuestra tierra para sentirnos bien. Ese es el famoso "Síndrome del Jamaicón", pero ¿qué es esto? ¿de dónde viene tan curioso nombre? He aquí la verdaera historia:

El Síndrome del Jamaicón

Tomado de un escrito por Mark

José "el Jamaicón" Villegas nació en una pequeña comunidad de obreros llamada La Experiencia, en el estado de Jalisco. Un paréntesis para los no-mexicanos: Jalisco es el segundo más representativo de la cultura mexicana (después de Puebla, por supuesto), cuna del mariachi y el tequila.

Creció en el seno de una familia tradicional mexicana, y como casi todos los jóvenes de su pueblo, trabajaba en un telar y jugaba al futbol en sus ratos libres. Su habilidad en la posición de defensa le permitió jugar con uno de los mejores equipos del futbol mexicano: el Chivas de Guadalajara. De origen humilde, supongo que nunca se imaginó hasta dónde lo llevarían sus piernas: ganó 8 campeonatos de liga con el Chivas, asistió a 13 eliminatorias mundialistas y jugó en dos mundiales.

Sealtiel Alatriste cuenta que en uno de sus primeros partidos internacionales, tocaba jugar contra Inglaterra, y se había depositado muchísima confianza en sus habilidades. Pero el buen Jamaicón lució por su ausencia: el delantero derecho inglés pasó como juan por su casa y el marcador terminó en 8-0 (no hace falta mencionar a favor de quién). En una entrevista que le hicieron horas después, el defensa manifestó que su decepcionante actuación se debía a que extrañaba a su mamacita, que llevaba días sin comer birria (un platillo picante tradicional de Jalisco) y que la vida no era vida si no estaba en su tierra.

Otra anécdota cuenta que un día se escapó de una cena que se ofrecía a la selección mexicana en Lisboa, previo al mundial de Suecia 58. El entrenador se percató de esto y lo encontró en el jardín del hotel, sentado bajo un arbol, abrazando sus piernas mirando las estrellas melancólicamente. Al preguntarle si ya había cenado y si todo estaba bien, el Jamaicón respondió: “Cómo voy a cenar si tienen preparada una cena de rotos. Yo lo que quiero son mis chalupas, unos buenos sopes y no esas porquerías que ni de México son”.

Desde entonces, el fenómeno de extrañar tanto México se conoce como el Síndrome del Jamaicón.

Gracias Jamaicón ¡Te queremos!

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