Definitivamente hay días en los que estás destinado a hacerlo todo mal. Hagas lo que hagas, pienses o no pienses, quieras o no quieras, todos tus actos van irremediablemente destinados a joder a alguien más, a fracasar en tus intenciones.
Si dices, mal... Si no dices, también.
Si lo inetentas, mal... Si no intentas, también.
Si lo haces suave, mal... Si lo haces fuerte, también.
Si ves o no ves, si ayudas o no ayudas, si caminas o no, si haces una llamada o no... El resultado será MALO.
Si hoy decidera salir a la calle y ayudar a una anciana a cruzar, seguro la atropellan. Hoy sólo puedo hacer el mal por más que intente lo contrario. Así que he decidido tratar de mantener un bajo perfil, mantener la boca cerrada, evitar hasta las mínimas conversaciones vacías sobre el clima, como harían algunos animales: hacerme la muerta hasta que la tormenta pase!
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