mayo 31, 2005

Muerte al devoto

Hoy (ayer) pienso, pienso, pienso y, ardida, digo A LA MIERDA LOS DEVOTOS, a la mierda todas sus chingaderas, sus besos en la nariz, su eterno sacrificio, su infinita espera ¡A LA MIERDA! Hay que terminar con todo ese juego del amor eterno e inquebrantable. Muerte a la filosofía de "lo haría todo por ti", hay que ser una hija de la chingada, egoísta, fría y hasta puta, si es necesario.

Hacer lo que quieras y tomar lo que necesites, coger cuando quieras coger, dormir cuando quieras dormir, jugar cuando quieras jugar, comer cuando quieras comer, sin esperar, sin necesitar, sin depender. Dejar de vivir por y para otros, aceptar que a nadie –y que quede claro, A NADIE– le debes nada, ni nadie te debe nada a ti –y al parecer ellos lo saben. Aprender a desechar a aquellos que no te hagan feliz, a los que no te dan nada, que no te ayudan a crecer, que te retienen, te limitan, te roban la energía y hasta el alma, a los que significan demasiado esfuerzo y te cansan; hay que sacar a todas esas personas, seguir caminando, sin cargar a nadie ni arrastrar muertos y el que te pueda seguir y andar a tu lado, adelante y el que no "aváncele micro".

La vida es demasiado corta y complicada para andar colgando santitos y entregándoles nuestra eterna devoción, hay que tomar lo que se quiere, no rezar por ello y esperar a que llegue, hay que aprender a tirar el peso cuando el camino se hace duro de andar. ¡MUERTE A LA DEVOCIÓN! De ahora en adelante sólo ser devoto a uno mismo y sus necesidades. He dicho.

No hay comentarios.: