agosto 14, 2010

Crónicas de una perdedora con amor platónico

Después de un desayuno de señoras con mi familia platónica, me entero que la esposa del amor platónico está fuera del país (con razón él ha estado activo en las redes sociales y me ha dejado mensajitos coquetos en mi wall). Así que me decido a enviarle un mensajito vía Facebook para propiciar el encuentro casual.

"Ya hace tiempo que estás por acá y no nos hemos visto. A ver qué día vamos por unos tragos o un café". Algo no muy lanzado y con tintes de inocente amistad, tratando de omitir el punto de que hace unos años me llamaba "amor".

A los 3 segundos recibo respuesta:

"¿Un café? ¡Unas chelas! Pásame tu teléfono".

¡Glup! Me pongo nerviosa, sonrió, me invade la culpa, me da emoción, nervios, todo al mismo tiempo. Así que, después de unos minutos de confusión, le mando mi número.

A los 5 min, mientras me subo al coche, llega un mensajito al celular: "El número _________ trató de contactarlo sin dejar mensaje de voz". ¡Maldita recepción Telcel! El teléfono ni siquiera sonó. En fin, sonrió nerviosa, me tiemblan las piernas, imagino, deseo, pienso en el lugar donde lo veré, en qué me pondré, me convierto en Bridget Jones (Tan, tan, ta, tan) todo esto mientras manejo 3 cuadras para recoger a mi madre y mi abuela.

Cuando al fin llego por ellas, con unas sonrisa estúpida en el rostro, mi madre me dice "Te acabo de hablar y me mandó al buzón", sí, la llamada perdida era ¡de mi mamá! Wa, wa, wa, waaaaaaaa

Looooooooooooser.

1 comentario:

Mrs. Le Fanu dijo...

Quizás si le hubieras enviado tu foto como Bridget cuando se cae del tubo de bomberos sobre la cámara, hubiera funcionado ;)