enero 10, 2008

mi dragón

Existen muy pocas personas con las que uno puede ser completamente vulnerable, con quienes puedes permitirte sentirlo todo, hablarlo todo, ser tú, simplemente bajar la guardia y sacarte el corazón.

Yo tengo la suerte de tener una persona así en mi vida, una suerte que a veces más que hacerme feliz me lastima mucho, porque esa persona ya no está, se fue, pasó el tiempo, crecimos, cambiamos, nos equivocamos, nos alejamos. Cuando de pronto reaparece nos forzamos al encuentro incómodo tan solo para recordar lo maravilloso que es estar juntos, ser amigos, confidentes, lo bien que se siente compartir horas y horas de conversaciones sinceras que no tienen fin, compartir horóscopos, traumas, recuerdos, problemas, dolores, alegrías, triunfos, fracasos. Y me deja el corazón lleno de amor, de amistad, esa sensación de calorcito que no tengo normalmente, pero pronto empieza a desvanecerse y vuelve el frío. Y lo extraño, extraño tenernos el uno al otro, poder sacarme el corazón y no temer que sea devorado.

Y me queda la duda de si vale la pena un encuentro corto en el que el corazón se llena y crece tan solo para volver a vaciarse y a sentirse seco. ¿Vale la pena revivir la felicidad por un instante aunque inevitablemente tengas que volver al dolor? Al menos sé que en algún lugar de este planeta, en algún tiempo tengo a esa persona que me hace feliz, ese amigo que vale por todos, que me mira a los ojos y ve más allá de lo que nadie jamás verá.

Al menos sé que estás ahí, que de vez en cuando lees estas dramáticas letras que te cuentan lo que mi corazón siente, aunque a veces no te guste lo que lees o te asuste, o te cause problemas. Sí, este sí eres tú, y siempre has sido tú, mi dragón gemelo, el mejor amigo, con quien no pierdo la esperanza de compartir al final asilo de ancianos y platicar con dientes postizos hasta la madrugada.

Está claro que esto lastima a algunos, y lo siento, porque así es, así ha sido y así será a pesar de los pesares.

(parafraseando a la pensadora cubana del siglo XXI Niurka: A quien le pique... ¡que se rasque!)

No hay comentarios.: