Ella respondió a sus besos y sus caricias.
Pero no dejó de llorar mientras le pedía por favor que se detuviera.
Él no la escuchó y siguió, desnudándola y tomándola entre sus brazos.
La penetró entre lágrimas y arrepentimiento.
Después la dejó, vendió su alma y quemó su recuerdo.
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1 comentario:
me enrede jeje buen blog
adios
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