Caminando en la noche me iluminan las luces rojas y blancas a las que tanto temí y me invade el recuerdo, veo tu rostro y revivo tu dolor.
Me esfuerzo tanto por olvidar que me había olvidado de llorar por ti. Del sentimiento de extrañarte tanto y saber que nunca volveré a escucharte reír.
Hoy duermo entre lágrimas porque te fuiste y he aceptado que no puedo olvidarte... Y te extrañaré siempre.
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