¿Se acuerdan del juego aquél de añadir "en la cama" al final de las frases que vienen en las galletas de la suerte? Pues deberíamos acostumbrarnos a añadir "contigo" en esas negativas que nos comen la cabeza y que después se nos regresan como espinas cuando la persona aquella que juró jamás querer casarse se casa a menos de un año de haber terminado con nosotros; si lográramos escuchar con cuidado, reconoceríamos el "contigo" escondido y tal vez la vida se nos haría mucho más simple.
- No estoy listo para una relación seria... contigo.
- No quiero salir hoy... contigo.
- No sé que quiero del futuro... contigo.
- No quiero hablar... contigo.
- No me quiero casar... contigo.
- No quiero hacer nada en mi cumpleaños... contigo.
- No estoy listo para tener hijos... contigo.
- No quiero hacer nada en mi cumpleaños... contigo.
- No estoy listo para tener hijos... contigo.
- No puedo dejar a mi mujer y empezar de cero... contigo.
- (Inserte la frase de su preferencia)... contigo.
A mí me llevó 30 años darme cuenta de la existencia de ese "contigo" implícito en las negativas que me he topado, aunque no siempre logro escucharlo the perdido la cabeza más de una vez.
- (Inserte la frase de su preferencia)... contigo.
A mí me llevó 30 años darme cuenta de la existencia de ese "contigo" implícito en las negativas que me he topado, aunque no siempre logro escucharlo the perdido la cabeza más de una vez.
1 comentario:
y morirme contigo si te matas, y matarme contigo si te mueres...
ah perdon creo que no era por ahi la cosa verdad??
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