Hay momentos tan intensos que dolieron tanto que la mente –enferma cual es– no se conforma con haberlos vivido una vez, si no que los recuerda y recrea a cada momento, primero como un recuerdo doloroso y después en pesadillas sorpresivas que hacen que la mañana sea más gris y los ojos pesen de tanto llorar.
Anoche la pasé empacando...
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario